Propuesta socialista: rebajar el tipo bonificado a un 4%, en el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras, para actuaciones con base imponible inferior a 300.000 euros.
¿Por qué? Porque no podemos bonificar de igual manera a un autónomo que acometa una pequeña reforma en su local que al gran grupo que levanta dos plantas de uso comercial o financiero en pleno centro de la villa.
Resultado: abaratar los costes de reforma y rehabilitación en las intervenciones de menor envergadura.